Y aún así, me refiero a las fallas de fábrica,
quiero ser puente.
No te voy a mentir, muchas veces, siento que no voy a poder.
Me falta la resistencia necesaria. Soy un puentecito rústico hecho a mano con
maderas encontradas al paso. Pienso mas de una vez, pobres los que pasen por
sobre mi estructura inestable, que mejor no pasen, ni me caminen, ni se atrevan,
pero me hago puente igual y en ese intento me hago fuerte. Me digo que puedo y
que quiero y soy puente. Ya sé que hay mejores puentes de verdad, construcciones
perfectas de arquitectura moderna. Yo soy un rústico puente hecho por la
necesidad imperiosa de unir mi orilla con la tuya.
El mundo sería mejor si hubiera mas puentes que
barreras.
Escrito por mi maravillosa amiga Pato en http://especiesquedesaparecen.blogspot.com.ar