Como es arriba, así es abajo.
Es la primera Ley del
Universo:
Una madre puede entristecerse
por el comportamiento de sus hijos,
pero no los juzga, sabe que madurarán. El Universo tampoco deja de
amarte cuando cometes errores, ni tampoco te juzga y por el contrario,
recibes la ayuda y el apoyo de sus espíritus guardianes.
Se refiere a un principio de
correspondencia:
"Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba"
Abajo, hace referencia al plano material, a las condiciones humanas, a lo visible.
Arriba se refiere a lo invisible, a lo mental y por supuesto a lo abstracto, espiritual.
Imagina un sistema solar con un sol central, con planetas girando alrededor suyo, eso es un macrocosmos; piensa ahora en un átomo que forme a una de tus moléculas corporales, tiene también un núcleo alrededor del que giran partículas con cargas eléctricas, éste es un microcosmos pero uno es reflejo del otro, se guían por las mismas leyes universales de magnetismo y armonía.
"Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba"
Abajo, hace referencia al plano material, a las condiciones humanas, a lo visible.
Arriba se refiere a lo invisible, a lo mental y por supuesto a lo abstracto, espiritual.
Imagina un sistema solar con un sol central, con planetas girando alrededor suyo, eso es un macrocosmos; piensa ahora en un átomo que forme a una de tus moléculas corporales, tiene también un núcleo alrededor del que giran partículas con cargas eléctricas, éste es un microcosmos pero uno es reflejo del otro, se guían por las mismas leyes universales de magnetismo y armonía.
“El Universo te quiere y tiene una visión de tu futuro como
persona iluminada, sin importar los errores que puedas estar cometiendo en la
Tierra”.
Nos ofrecen libertad para que aprendamos de nuestros errores. No
siempre podemos evitar que nuestros hijos puedan sufrir por las consecuencias
de sus acciones. La experiencia del dolor es lo que sirve para aprender porque
nos han dado libre elección. La Divinidad intervendrá e intentará guiarnos si
nos apartamos peligrosamente del camino. El Universo no nos fuerza a cumplir su
voluntad, si nos empeñamos en algo, Él se hará a un lado y nos permitirá
aprender la lección de la manera más dolorosa. El Universo espera sin juzgar mientras nosotros experimentamos y
aprendemos. Cuando estamos preparados, nos abre nuevas puertas. La
Fuente, quiere que tú, su hijo bien amado, seas feliz, realizado, próspero y
saludable. Cuando estás feliz, el
cielo se alegra. La voluntad de El Universo, es que tú hagas aquello que te da
alegría, como un sentido de la realización y de tu propio valor. El
Universo nos ofrece su guía mediante los sueños, la meditación o fomentando la
intuición. Tenemos que aprender por experiencia que las elecciones
irresponsables y egoístas nos conducen a una mala salud, a fracasos y desgracias.
Nuestro propio deseo egoísta hace que nos sintamos mal. Las elecciones basadas
en el miedo provienen de nuestra voluntad inferior. Las decisiones sabias y
valientes dan como resultado la felicidad, la buena salud y la
abundancia. Las decisiones que
fomentan el amor, la armonía y la alegría provienen de la voluntad superior o
divina y siempre nos hacen sentir fuertes. Cuando agradecemos lo que
recibimos, entonces los poderes del Universo nos envían más. Cuando estás preparado para recibir algo del
Universo, pídelo serenamente y con amabilidad. Ellos estarán encantados de
ofrecértelo. Aprécialo cuando lo tengas. Es muy desagradable estar
con personas negativas, si intentas ayudar a alguien que prefiere permanecer en
su desgracia, al poco te irás y si es alguien que te importa, lo observarás en
la distancia. Lo mismo ocurre en los cielos. A los espíritus guardianes les resulta muy difícil llegar a ti a través
de una negatividad obstinada. Lo único que pueden hacer es quedarse a tu lado,
esperando poder ayudarte.
Esta
es la primera de las leyes, la primera enseñanza a tener siempre presente. En
la Tierra es lo mismo que en todo el universo; lo mismo que en los espacios
siderales que ni siquiera puedes dimensionar y hasta en el interior de tu cuerpo,
en cada una de sus células, es igual.
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