La psicología positiva fue desarrollada en los últimos años
por el Psicólogo Martín Seligman y está tomando cada vez más impulso. La
psicología que hasta hace poco sólo se ocupaba de la patología , los traumas y
trastornos de la mente ha dado un vuelco y ahora estudia las emociones
placenteras, el desarrollo de las virtudes, la búsqueda de la felicidad y el
bienestar para lo cual se basa en múltiples investigaciones que viene
desarrollando en la actualidad.
Aquí les dejo un artículo , publicado en la Revista La Nación.
Corriere della Sera /LA NACION
El autor, italiano, es escritor
Traducción: Mirta Rosenberg
El arte de fluir
En el libro Pensamiento positivo (RBA Libros), Miriam
Subirana y Ramón Ribalta
explican que la modificación de viejos hábitos o creencias
es la clave para transformar nuestros patrones de pensamiento. Las
motivaciones, las visualizaciones, las afirmaciones positivas y la meditación,
definida como “el poder del pensamiento concentrado”, son buenas herramientas.
La meditación, desafían sus adeptos, no tiene nada de
complicado. Se puede comenzar repitiendo palabras sencillas (“amor”, “paz”,
“luz”), en voz alta o en silencio, durante lapsos de 10 a 20 minutos, en lugar y
situación tranquilos, cómodamente ubicados, respirando en forma pausada y
consciente. El fenómeno está lo suficientemente estudiado y los resultados son
contundentes: por derecho y por revés, meditar hace bien.
Subirana y Ribalta dan ejemplos de pensamientos innecesarios
(generalmente referidos al pasado; por ejemplo: “Si hubiera estado ahí no
habría sucedido esa desgracia”), negativos (del tipo “todo va a salir mal”), y
en tanto dicen que esta clase de pensamientos –más allá de la razón que uno
tenga acerca de lo que expresan– nos vuelven perdedores porque estimulan un estado
de “polución mental”, un pensamiento positivo, por sencillo que sea, siempre
genera un beneficio… y no daña a nadie.
Simon Reynolds, en Mejor que el chocolate (Ed. V&R),
enumera 50 técnicas para ser más felices: registrar qué cosas nos hacen bien,
practicar actividad física, ser disciplinados, agradecer, reír, dormir mejor,
tener metas altas, cultivar la amistad, no hacer del dinero la prioridad de la
vida, expresar el cariño, mantenernos ocupados, tener un propósito vital.
Reynolds explica el concepto de “fluir” (flow), introducido por el psicólogo de
origen húngaro (y apellido impronunciable) Mihaly Csikszentmihalyi, uno de los
aportes más importantes para explicar las claves del disfrute. El fluir
consiste en realizar una actividad con cierto nivel de complejidad, ver
claramente que avanzamos en ella, usar en eso toda nuestra concentración, y
sentir que tenemos el control.
Los expertos aseguran que cuanto más “fluimos” más felices
somos.
Artículo extraído del blog "el poder de la mente"