
10 de octubre de 1997
Sucedió alrededor de la 1 de la mañana.
Era una noche de tormenta. Andrea estudiaba para un examen en el comedor que daba a la calle Argerich, mientras esperaba a su padre que volvía de viaje.
El se llamaba Andrés. Era ingeniero quimico y como en Buenos Aires no había trabajo, habia conseguido una asesorìa 4 veces a la semana en Misiones, norte del país.
Esperarlo despierta era un ritual del cual disfrutaban ambos. Esperaba ansiosa ver a su padre atravesar la puerta, y darle un abrazo ...
El avión llegaba a las 00hs. El viaje del aeropuerto a casa no era mas de
media hora.
Pero ... el tiempo pasaba, los minutos corrían y èl no llegaba.
Tic Tac Tic Tac ... 1.30am
Tiiiiiicccccc Taccccccccc Tiiiiccccc Tacccccc 1.45 am.
Algo andaba mal. Si él se hubiera se hubiera retrasado de seguro habría llamado,
enviado un mensaje, se hubiera comunicado.
Algo no andaba bien.
Y por esas cosas del destino, se le ocurrió aún no entiendo por qué
encender la televisión. Cuando se encontrò con el noticiero 24 hs y un anuncio que cambiaría su vida:
" Cayó un avión procedente de Misiones”.
Y Andrea tuvo que despertar a su madre y a su hermano para darles la noticia.
Y se tomaron un taxi hasta el aeropuerto.
Y no habìa a quien abrazar.
Y no habìa nada.
Andrés no volvió mas.
Un 12 de octubre de 1989 me regala una carta preciosa. Y entre mucho, me escribe:
“ A veces sentiràs que la vida es dura, difícil de soportar. Llena de dolor. Pero Dios nunca nos da una carga que no podemos llevar a nuestras espaldas ... “
“ Cómo nos preparamos para el arte de vivir? Primero que nada amà mucho a los demàs, tal como son y tal como pueden ser ( esto último incluso con tu ayuda).
Da gracias a Dios todos los días por lo que tenès y por lo que no te da.
Da gracias por las dificultades que hacen que al superarlas, crezcas.
Viví cada día con mucha alegria, no critiques o desprecies lo que hacen los demàs.
Cuando no sepas que hacer ponete en manos de Dios y pedile que te dè sabiduría.
Se motivo de unión entre los demàs, pero no de discordia.
No seas rencorosa, pero tampoco justifiques lo que sea.
Se paciente con vos misma, date tiempo para conseguir lo que querès. Si no estas de acuerdo con ser de determinada manera, proponete cambiar pero date tiempo y esfuerzo. La perseverancia da frutos tarde o temprano.
Tenete mucha confianza y deci: “VOY A INTENTARLO”. No te asustes si no sabes si podes INTENTALO y SACATE LA DUDA QUE ESTE MUNDO ES DE LOS AUDACES”
Mi pequeño homenaje a mi padre, presente cada día de mi vida.